TIEMPO NARRATIVO
ORDEN
ANALEPSIS
La evocación de un acontecimiento anterior al momento en que se encuentra el relato. Como en el cuento de García Márquez, donde se recuerda la primera visita a Ginebra cuando en la actualidad dista mucho de esa primera vez.
Cuando vino a Ginebra por primera vez el lago era sereno y diáfano, y había gaviotas mansas que se acercaban a comer en las manos, y mujeres de alquiler que parecían fantasmas de las seis de la tarde, con volantes de organdí y sombrillas de seda. Ahora la única mujer posible, hasta donde alcanzaba la vista, era una vendedora de flores en el muelle desierto. Le costaba creer que el tiempo hubiera podido hacer semejantes estragos no sólo en su vida sino también en el mundo.
ANALEPSIS EXTERNA
Cuando el recuerdo es anterior al punto de partida del relato primero, el principal. Así lo vemos en el cuento de Cortázar, Casa tomada, donde empieza con un recuerdo que da apertura a la historia principal:
Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
ANALEPSIS INTERNA
El punto de partida del recuerdo es posterior al punto de partida del relato primero. Como ejemplo podemos analizar un fragmento de García Márquez en su cuento Me alquilo para soñar, donde, después de la mayor parte del relato se menciona sobre la suerte de la protagonista como un recuerdo de lo que se ha dicho sobre ella:
No volví a verla ni a preguntarme por ella hasta que supe del anillo en forma de culebra de la mujer que murió en el naufragio del Hotel Riviera.
ANALEPSIS MIXTA
Cuando el recuerdo da inicio en un tiempo anterior al punto de partida del relato primero y llega a unirse con este punto. Un claro ejemplo de este caso es la frase que da inicio a la novela Cien años de soledad que en realidad es un recuerdo que el coronel Aureliano Buendía tendrá en otro momento de la novela, así lo encontramos dos veces:
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.
PROLEPSIS INTERNA
El narrador nos da a conocer con anticipación un acontecimiento que puede estar dentro del relato primero.
PROLEPSIS EXTERNA
Una predicción de un hecho en la historia que no se cuenta pero que ocurrirá. Como en el siguiente fragmento:
Así que no resistí la tentación de hacerle preguntas al embajador portugués cuando coincidimos, meses después, en una recepción diplomática. El embajador me habló de ella con un gran entusiasmo y una enorme admiración. “No se imagina lo extraordinaria que era”, me dijo. “Usted no habría resistido la tentación de escribir un cuento sobre ella”. Y prosiguió en el mismo tono, con detalles sorprendentes, pero sin una pista que me permitiera una conclusión final.
DURACIÓN
PAUSA DESCRIPTIVA: Hay una desaceleración en el ritmo del relato. Hay una descripción o pequeño recuerdo. Probablemente el movimiento con más pausas descriptivas sea el realismo, con sus múltiples construcciones de escenarios y situaciones, que tienen un desarrollo minucioso. Por ejemplo Marianela de Pérez Galdós:
Era un hombre de mediana edad, de complexión recia, buena talla, ancho de espaldas, resuelto de ademanes, firme de andadura, basto de facciones, de mirar osado y vivo, ligero a pesar de su regular obesidad, y (dígase de una vez aunque sea prematuro) excelente persona por doquiera que se le mirara. Vestía el traje propio de los señores acomodados que viajan en verano, con el redondo sombrerete, que debe a su fealdad el nombre de hongo, gemelos de campo pendientes de una correa, y grueso bastón que, entre paso y paso, le servía para apalearlas zarzas cuando extendían sus ramas llenas de afiladas uñas para atraparle la ropa.
ESCENA
El ritmo es una correspondencia entre el tiempo del relato y el tiempo de la historia. Se aprecia, generalmente, en diálogos. Quizá aquí Gennet habla de esa armonía que se encuentra en el ritmo convencional de una conversación en el relato mientras transcurre el tiempo del relato igual:
— ¿Va usted al establecimiento?—preguntó el misterioso joven, permaneciendo inmóvil y rígido, sin mirar al doctor, que ya estaba cerca.
—Sí, señor; pero sin duda equivoqué el camino.
—Esta no es la entrada de las minas. La entrada es por la pasadera de Rabagones, donde está el camino y el ferro-carril en construcción. Por allá hubiera usted llegado en diez minutos al establecimiento. Por aquí tardaremos más, porque hay bastante distancia y muy mal camino.
Estamos en la última zona de explotación, y hemos de atravesar algunas galerías y túneles, bajar escaleras, pasar trincheras, remontar taludes, descender el plano inclinado; en fin, recorrer todas las minas de Socartes desde un extremo, que es este, hasta el otro extremo, donde están los talleres, los hornos, las máquinas, el laboratorio y las oficinas.
—Pues a fe mía que ha sido floja mi equivocación—dijo Golfín riendo.
SUMARIO
El tiempo del relato es muy corto, se recuden las acciones de semanas, meses y años en un párrafo:
Mi hija empezó a hablar el idioma desconocido y sus ojos se clavaron en el techo. Así estuvo varios días y varias noches. Fulgencia no podía sacarle el mal, hasta que llegara a su cabal tamaño.
ELIPSIS
El tiempo en el relato ha transcurrido pero no se cuenta, tan sólo se insinúa explícita o implícitamente. Como en el siguiente fragmento donde hay ciertos marcadores que insinúan ese transcurso en la historia:
Ojalá hubiera muerto de la bilis en ese momento. Me hubiera evitado la pena de verte convertido en un adefesio repudiado por toda la gente de bien. Cuando llegaste a la adolescencia ya no hubo manera de sujetarte la rienda. Junto con la niñez perdiste el decoro, al punto de que ya no te quisieron aceptar en el Colegio Militar, donde la ingenua de mí creía que podían corregirte.
FRECUENCIA NARRATIVA
RELATO SINGULATIVO
Se relata un acontecimiento tan sólo la vez que sucedió:
La oportunidad llegó el día de tu primera comunión. [...] En la iglesia todo había salido a pedir de boca: estabas monísimo con el hábito de monaguillo, tomaste la hostia con devoción y al salir del templo caminabas con paso marcial, como un ferviente soldadito de Cristo. En la merienda con galletas y ponche ofrecida a los invitados te comportaste con tal seriedad que hasta pensé: Dios ha obrado el milagro de enderezarlo. Pero qué va: Dios no cumple antojos ni endereza jorobados. Saliste con los niños a jugar en el patio y las señoras nos quedamos platicando en la sala. De pronto cesó la gritería, mi amiga Licha fue a ver qué pasaba allá afuera y ¡oh sorpresa!: te habías maquillado con mis cosméticos y estabas pintándole los labios a tus amigos.
RELATO SINGULATIVO TIPO ANAFÓRICO
Se relata el acontecimiento las mismas veces que sucedió. Una clara muestra de este caso lo encontramos en un cuento de Elena Garro, la primera vez que se habla del suceso, lo describe la protagonista:
Dejamos a la niña en compañía de su padre y sus hermanos y nos fuimos por Fulgencia. Luego, toda la noche Fulgencia curó a la niña, cubierta con una sábana.
—Después de que cante el primer gallo, le habré sacado el mal —dijo.
Y así fue, señor, de repente Severina se sentó en la cama y gritó: "¡Ayúdeme mamacita!". Y echó por la boca un animal tan grande como mi mano. El animal traía entre sus patas pedacitos de su corazón. Porque mi niña tenía el animal amarrado a su corazón...
La segunda vez que sucede, lo cuenta también la protagonista:
Cuando llegué a mi casa Severina se había tendido en su camita. Mandé traer a Fulgencia. […] miró a Severina con mucha tristeza.
—Tu hija no tiene cura. Tres veces le sacaremos el mal y tres veces dejará crías. No cuentes más con ella.
[…]¿Y quién nos dice, señor, que anoche se nos pone tan malísima? Fulgencia le sacó el segundo animal con pedazos muy grandes de su corazón. Apenas le quedó un pedazo chiquito de su corazón, pero bastante grande para que el tercer animal se prenda a él.
RELATO REPETITIVO
Se cuenta muchas veces un acontecimiento que sólo ocurrió una vez
RELATO ITERATIVO
Se habla una vez de acontecimientos idénticos que se repiten constantemente. Volvemos a encontrar la muestra en El anillo:
Seis veces fui a ver al ingrato Adrián a rogarle que me devolviera el anillo. Y seis veces se recargó contra las cercas y me lo negó gustoso.
MODO NARRATIVO
FOCALIZACIÓN
FOCALIZACIÓN CERO
Es cuando el narrador conoce los sentimientos más íntimos de sus personajes. Como en este retrato de los sentimientos de la protagonista en el cuento de Enrique Serna, Eufemia:
Aturdida, sedienta y con un nido de lagañas en los párpados, Eufemia instala su escritorio público en los portales de la plaza. El reloj de la parroquia marca las once. Ha perdido a sus mejores clientes, las amas de casa que se forman al amanecer en la cola de la leche. Merecido se lo tiene, por dormilona y por borracha. Parsimoniosamente, sintiendo que le pesa el esqueleto, coloca una tabla sobre los huacales, la cubre con un mantel percudido y de una bolsa de yute saca su instrumento de trabajo
FOCALIZACIÓN INTERNA
El narrador es uno de los personajes, su punto de vista es la perspectiva de la historia. Para demostrar este caso, otro cuento de Serna, La tía Nela, donde es precisamente la tía Nela quien cuenta la historia; aunque no es ella la protagonista, la historia tiene su perspectiva, veamos cómo inicia el cuento:
Te lo advertí, a cada puerco le llega su San Martín. Yo sabía que tarde o temprano, cuando ya no pudieras soportar los remordimientos, ibas a venir de rodillas a pedirme perdón. Has comprendido que Tía Nela sólo buscaba lo mejor para ti. Santa y buena, yo sé perdonar las ofensas. Pero me temo, hijito, que mi absolución ya no puede servirte de mucho. Cada quien tiene la corona que se labra.
FOCALIZACIÓN EXTERNA
El narrador que da fuera de los personajes, sólo informa lo que hacen o dicen.
DISTANCIA
RELATO DE ACONTECIMIENTOS
MÍMESIS
La imitación, el narrador cede la palabra a los personajes. Me parece que nadie crea mejor este tipo de relato que Saramago, veámoslo en su Ensayo sobre la ceguera:
Entraron con dificultad en el estrecho ascensor, En qué piso vive, En el tercero, no puede imaginarse que agradecido le estoy, Nada, hombre, nada, hoy por ti, mañana por mí, Sí, tiene razón, mañana por ti. Se detuvo el ascensor y salieron al descansillo…
DIÉGESIS
El narrador habla por sí mismo y se considera distante. La pieza encaja a la perfección: un fragmento de Casa tomada:
Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina. Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia.
RELATO DE PALABRAS
DISCURSO NARRATIVIZADO
El narrador indica el diálogo y en ocasiones menciona el tópico de la conversación.
— ¿A quién va dirigida?
El rostro de la muchacha se tiñe de púrpura. Sonríe con timidez, dejando ver unos dientes preciosos.
— ¿Es para tu novio?
Retorciéndose de vergüenza, la muchacha deja entender que sí.
DISCURSO TRANSPUESTO
Se transponen las palabras de los personajes en oraciones subordinadas.
Estilo indirecto libre: se expresa la conversación sin necesidad de una introducción. Por ejemplo este fragmento de La muñeca reina de Fuentes. No se anuncia el diálogo y sólo después de hacerlo se hace referencia al acto:
Vuelvo a tocar. Acerco la oreja al portón y me siento sorprendido: una respiración ronca y entrecortada se deja escuchar del otro lado; el soplido trabajoso, acompañado por un olor desagradable a tabaco rancio, se filtra por los tablones resquebrajados del zaguán.
-Buenas tardes. ¿Podría decirme...?
Al escuchar mi voz, la persona se retira con pasos pesados e inseguros. Aprieto de nuevo el timbre, esta vez gritando:
Estilo indirecto marcado: presencia de oraciones subordinadas: dijo que, sostuvo que, etc.
Dios sabe cuánto me resistí a ser tu cómplice en esa abominable suplantación de sexos. Por más que hicieras caras largas, yo te seguía diciendo Efrén, y cuando me tocaba contestar el teléfono respondía con enfado: ¡Aquí no vive ninguna Fuensanta!
DISCURSO SUSTITUIDO O CITADO
El narrador cede la palabra al personaje, se limita a introducir al personaje. Como en el cuento de Poe, El poder de las palabras, donde completamente es una breve introducción, tan sólo el nombre del personaje igual que en un diálogo de obra teatral:
Oinos.-Perdona, Agathos, la flaqueza de un espíritu al que acaban de brotarle las alas de la inmortalidad.
Agathos.-Nada has dicho, Oinos mío, que requiera ser perdonado. Ni siquiera aquí el conocimiento es cosa de intuición. En cuanto a la sabiduría, pide sin reserva a los ángeles que te sea concedida.
VOZ NARRATIVA
NIVELES NARRATIVOS
NIVEL EXTRADIGÉTICO
El emisor es el narrador y el receptor es el narratario. En nuestro ejemplo no hay un vocativo hacia el lector, se encuentra implícita, pues no hay nadie más a quien se pueda referir:
Tuve que correr a través de calles desconocidas. El término de mi marcha parecía correr delante de mis pasos, y la hora de la cita palpitaba ya en los relojes públicos. Las calles estaban solas. Serpientes de focos eléctricos bailaban delante de mis ojos. A cada instante surgían glorietas circulares, sembrados arriates, cuya verdura, a la luz artificial de la noche, cobraba una elegancia irreal. Creo haber visto multitud de torres —no sé si en las casas, si en las glorietas— que ostentaban a los cuatro vientos, por una iluminación interior, cuatro redondas esferas de reloj.
NIVEL INTRADIEGÉTICO
El narrador es un personaje y el receptor otro personaje en el relato. Aquí mostraremos, de nuevo, el cuento de Serna La tía Nela, donde toda la historia es contada por la Tía Nela y se dirige a su sobrino Efrén:
Llora, eso te hará bien, llora hasta desahogar toda la ponzoña que llevas dentro. Así llorabas de niño cuando yo te castigaba por tus malas mañas. Oh, Dios, cuánto batallé para darte una educación y un futuro. Otra en mi lugar te hubiera entregado a un hospicio cuando tus padres se mataron en la carretera. No dejaron nada, sólo deudas, y bien sabes que yo, con las pobres ganancias de la mercería y mis chambitas de costurera, apenas ganaba para malcomer y mantener esta humilde casa. Cuántas veces me quité el pan de la boca para dártelo a ti. Cuántas veces me privé de mis pequeños placeres para comprarte un juguete o una golosina. ¿Y cómo me pagaste esos sacrificios? Con una lanza clavada en mi costado, como los centuriones le pagaron al redentor. Muy temprano descubrí tus torcidas inclinaciones.
NIVEL METADIEGÉTICO
Hay otra narración dentro de la narración
TIEMPO DEL RELATO
NARRACIÓNN ULTERIOR
El hecho que se narra se encuentra en tiempo pasado. Abundan los verbos en pretérito. Como muestra este recorte del cuento de Ibargüengoitia, La mujer que no:
Esto sucedió hace tiempo. Era yo más joven y más bello. Iba por las calles de Madero en los días cercanos a la Navidad, con mis pantalones de dril recién lavados y trescientos pesos en la bolsa. Era un mediodía brillante y esplendoroso. Ella salió de entre la multitud y me puso una mano en el antebrazo. “Jorge”, me dijo. ¡Ah, che la vita é bella!
NARRACIÓN ANTERIOR
Un relato profético, se da a conocer lo que sucederá. Aquí se mostrará un fragmento de Edipo Rey, en la parte donde se habla de las predicciones del oráculo:
EDIPO.- Pronto lo sabremos, pues ya está lo suficientemente cerca para que nos escuche. ¡Oh príncipe, mi pariente, hijo de Meneceo! ¿Con qué respuesta del oráculo nos llegas?
(Entra Creonte en escena.)
CREONTE.- Con una buena. Afirmo que incluso las aflicciones, si llegan felizmente a término, todas pueden resultar bien.
EDIPO.- ¿Cuál es la respuesta? Por lo que acabas de decir, no estoy ni tranquilo ni tampoco preocupado.
CREONTE.- Si deseas oírlo estando éstos aquí cerca, estoy dispuesto a hablar y también, si lo deseas, a ir dentro.
EDIPO.- Habla ante todos, ya que por ellos sufro una aflicción mayor, incluso, que por mi propia vida.
CREONTE.- Diré las palabras que escuché de parte del dios. El soberano Febo nos ordenó, claramente, arrojar de la región una mancilla que existe en esta tierra y no mantenerla para que llegue a ser irremediable.
EDIPO.- ¿Con qué expiación? ¿Cuál es la naturaleza de la desgracia?
CREONTE.- Con el destierro o liberando un antiguo asesinato con otro, puesto que esta sangre es la que está sacudiendo la ciudad.
EDIPO.- ¿De qué hombre denuncia tal desdicha?
CREONTE.- Teníamos nosotros, señor, en otro tiempo a Layo como soberano de esta tierra, antes de que tú rigieras rectamente esta ciudad.
EDIPO.- Lo sé por haberlo oído, pero nunca lo vi.
CREONTE.- Él murió y ahora el dios nos prescribe claramente que tomemos venganza de los culpables con violencia.
NARRACIÓN SIMULTÁNEA
Se cuenta en el momento en que se desarrolla. Se usa el verbo en presente.
NARRACIÓN INTERCALADA
La narración está fragmentada en distintos momentos de acción. Se encuentra generalmente en obras epistolares. Como en Las cuitas del joven Werther:
15 de mayo
Las buenas gentes de la localidad me van conociendo y me quieren, sobre todo los niños. Al principio, cuando me acercaba a ellos y les hacía algunas preguntas con cariño, imaginaban que quería burlarme y me contestaban con brusquedad, casi brutalmente.
No me enojaba por eso, pero no dejé de sentir vivamente la verdad de una observación que antes había hecho: que ciertas personas de alta sociedad se apartaban de sus inferiores, como si el acercarse a ellos o dejar que se les acercaran debiera robarles la dignidad; y algunos casquivanos o majaderos se divierten y complacen en fingir familiaridad con el vulgo para hacerle sentir después su desprecio de manera asertiva.
Sé que no todos somos iguales ni podemos serlo; pero sostengo que quien se crea obligado a alejarse de lo que se llama el pueblo para mantenerlo respetado, no vale más que el cobarde que se oculta del enemigo, por miedo a que se le venza. Al venir uno de estos días a la fuente, encontré ahí a una jovencita que, luego de haber llenado su cántaro, lo había puesto en la escalera y veía hacia todos lados para ver si encontraba a alguna compañera que le ayudara a subirlo a su cabeza. Bajé las escaleras y le dije a los ojo ¿Quiere ayuda, señorita?
Reviado.
ResponderEliminarrecuerda usar comillas y poner referencias bibliográficas.
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